Asociaciones ambientalistas violan los derechos de los pueblos autóctonos apoyando proyectos que los desalojan de sus tierras ancestrales en nombre de la protección de la naturaleza, denuncia un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Asesinatos, expropiaciones o uso de tierras sin el consentimiento de las poblaciones indígenas que viven en ellas, son algunas de las prácticas constatadas en el informe presentado por Victoria Tauli, experta de Naciones Unidas, durante el Congreso de la Unión Internacional para la conservación de la naturaleza (UICN), celebrado en Honolulu, Hawai (EE.UU.).
La especialista no cita nombres en su informe pero dijo a la agencia AFP que entre las organizaciones cuestionadas figuran el World Wide Fund (Fondo mundial para la naturaleza), la Wildlife Conservation Society (Sociedad para la conservación de la vida silvestre) y Conservation International.
Tauli – Corpuz expresó su inquietud sobre la reiteración de los “asesinatos y expulsiones violentas de las poblaciones Guaraní-Kaiowá de Mato Grosso” en Brasil.
El modelo económico ha destinado las tierras de Guaraní-Kaiowá de Mato Grosso, en Brasil, a plantaciones de soja y cría de ganado y no hay lugar para sus ocupantes originarios. Para eso, y otras actividades encaminadas al “progreso”, está teniendo lugar un genocidio.
Los indígenas Guaraní Kaiowá que viven en Mato Grosso do Sul, cerca de las fronteras con Bolivia y Paraguay, están sufriendo todo tipo de discriminación y violencia.
El informe también señala que una de las principales amenazas que afectan los derechos de los pueblos Samis en el Ártico es el “incremento de la explotación minera y el desarrollo de las energías renovables” en la región.
Según la Organización No Gubernamental, Iniciativa para los Derechos y Recursos (RRI, por sus siglas en inglés), que defiende los derechos de los pueblos autóctonos, subsisten otras violaciones, como la expulsión de poblaciones locales de la reserva de tigres del parque de Kanha, en India, aunque está probado que los tigres y el hombre pueden vivir en la misma región.
Andy White, coordinador de RRI, apunta que las poblaciones autóctonas “son más aptas para proteger los bosques más amenazados del mundo, habiéndolo hecho durante décadas”.
Esas tierras son particularmente valiosas porque representan un cuarto de la superficie terrestre y albergan el 80 por ciento de la biodiversidad.enaa
Fuente: Notiindigena