Para muchas personas escuchar de recuperación de la tierra o como lo nombran en este tiempo Liberación de la Madre Tierra es algo absurdo, de personas desocupada como lo dan a conocer algunos medios de comunicación masivos con el ánimo de deslegitimar esta acción que desde la invasión de América vienen realizando las diferentes comunidades de los diversos pueblos indígenas que han existido en estas tierras.
Para no ir mucho tiempo atrás, recordamos que la creación del Consejo Regional Indígena del Cauca –CRIC- nace por la necesidad de recuperar las tierras, que fueron usurpadas por los terratenientes que por medio de mentiras y el analfabetismo de las comunidades indígenas se hicieron dueños de estos territorios.
Frente a estos hechos no podemos negar que la institucionalidad de este país fue cómplice de este despojo territorial, que coloca en riesgo eminente las culturas milenarias de los distintos pueblos indígenas, que hacen parte del tal llamado país Colombia, que por momentos de la historia niega su existencia y son tratados como extraños en su propia tierra.
Pero los pueblos indígenas durante sus luchas por la defensa de sus derechos y la permanencia en el territorio, han dado su vida para que las distintas generaciones puedan vivir, pervivir en el tiempo y en el espacio según sus usos y costumbres.
Por ese motivo hace ya 2 años el pueblo nasa del norte del cauca comenzaron a darle vida al primer punto de la plataforma de lucha con el cual nació el CRIC que es recuperar la tierra, lo que ha conllevado a la lucha permanente contra el imperio económico azucarero y la confrontación directa contra las fuerzas militares de este país.
Pero no son los únicos, también el pueblo Kokonuko dentro de su mandato interno restableció este ejercicio para sanear el territorio ya que uno de los predios que es denominado Agua Tibia 2 que queda en el corazón del resguardo, está en manos de un terrateniente y que a desarmonizado el territorio, colocando en peligro la vida y la integridad de la comunidad de este pueblo ya que la respuesta a la exigencia de un derecho es respondido con tratamiento militar y la ocupación del territorio por miembros de la fuerza pública.
Este mandato también la está liderando la comunidad nasa de cofradía que por no tener tierra para su ejercicio cultural y de agricultura entran en el proceso de Liberación y Armonización de su territorio ancestral.
Este es un mandato que se ratificó en el XV congreso del CRIC realizado en el mes Junio en el territorio ancestral Rioblanco Sotara, Pueblo Yanacona y que hace el llamado de trabajar en unidad para la defensa y recuperación del territorio.