Para algunos lingüistas no quedó rastro de dicha lengua, ningún vocabulario, ninguna gramática que nos haga saber algo de ella
Territorio Diaguita |
Nosotros no estamos de acuerdo con estos lingüistas, nosotros creemos que ha quedado un substrato kakán en la entonación de las personas del Noroeste Argentino sobre todo en la extraña curva melódica y la acentuación en primera sílaba de algunas palabras dentro del grupo fónico que se dá hoy en día, por ejemplo, en ciertas regiones riojanas o catamarqueñas. Por esto disentimos con la opinión de distinguidos lingüistas cuando dicen que ningún rastro quedó de dicha lengua; creemos que el presente artículo mostrará la persistencia de varias voces y, con ello, la posibilidad de traducir algunas expresiones kakanas.
Esta lengua “muy gutural, que apenas le percibe quien no le mamó con la leche”, se habló en territorio diaguita, hoy Noroeste Argentino y parte de Chile. Es una lengua polisintética y nunca fue escrita, también se la conoce como lengua Diaguita o caca, kaka o chaka.
Del Kakan al Quechua
Los invasores españoles se valieron del quechua para someter a las diferentes comunidades y de esta manera ocultaron el Kakan, “una lengua dulce y armoniosa, sus voces se forman sólo en el paladar”, es lo que decía el jesuita Pedro de Lozano (1687-1752) sobre esta lengua oral.
El quechua ya venia propagándose antes de la llegada de los españoles debido a que estas comunidades comerciaban con el imperio incaico, pero con la llegada de los invasores españoles es que se impuso como el idioma para luego poder imponer el castellano.
El Kakan en el territorio
En la actualidad no hay hablantes de Kakan, sin embargo, se conocen algunas palabras y lo más sorprendente es que esta lengua sirvió también como elemento de resistencia. Donde mayor presencia tiene esta lengua hoy, es en palabras para designar los nombres de territorios, las terminaciones en “anco” en kakan hace referencia a agua, como ser Huillanco “agua de liebre”, Mishanco, “agua del gato” o Suriyanco, “agua de suri”.
Muchos topónimos poseen las terminaciones “huil” o “vil”,“ao” o “gasta”.Las terminaciones en “gasta” significan pueblo. Según las crónicas de los misioneros, los pueblos tenían el nombre de su cacique precediendo a “gasta”, sin embargo también significaba lugar poblado por algo. Como estos pueblos ubicados en la provincia de Catamarca, Tinogasta, tino “encuentro”, y gasta “pueblo”, junta o reunión de pueblos. Aimogasta, el nombre completo significa “pueblo del cacique Aimo“, Villavil “manantial de la liebre”. En la provincia de Salta esta Payogasta “pueblo de Payo”, Collagasta “pueblo del Colla”.
Poblados andinos |
Los misioneros españoles Alonso de Barzana y Pedro Añasco escribieron a mediados del siglo XVI, preceptos gramaticales, vocabularios y textos doctrinarios. Barzana expresaba que “es una lengua tan gutural que parece no se instituyó para salir de los labios”, dicha forma de hablar persiste hasta nuestros días, motivo por el cual muchas veces se dice que los norteños hablamos para adentro.
Malas palabras
De las palabras que llegan a nuestros días de origen Kakan, en el noroeste argentino algunas son muy usadas diariamente. En muchos casos estas palabras hoy son denominadas “malas palabras” por hacer referencia a cuestiones escatológicas o sexuales, “cajeta” órgano sexual femenino y la más llamativa es “caca” que hoy en castellano significa excremento, en lo que notamos un claro deseo de denigrar esta lengua perteneciente a la gran nación diaguita por parte de la corona española y sus servidores.
Publicado en: https://calchaqui.com.ar/kakan-el-idioma-diaguita/?fbclid=IwAR2c8OTEB6Ddkp_zDocY-xI_yF4lsBuwaT0I0GMm443Bq54gvqe6XrBUtHc
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